galería mágica

vaga# galería mágica: #1 blanco en el blanco

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“vaga#galería mágica”

es la magia de las imágenes, que nos pueden sugerir, murmurar, insinuar, nuevos espacios con pensamientos lúdicos, para encantar ojos y mente en estos tiempos tan concretos dónde la magia del día quedó extraviada.

capítulo#1 Wat Rong Khun (วัดร่องขุ่น), o Templo Blanco, Chaing Rai, Tailandia.

Bienvenidos al blanco en el blanco. Capítulos sobre arquitectura, templos, esculturas, realizados sólo en blancos.  Obsesivamente en blanco y todo lo obsesivo me atrae y ahora es un color expresado de manera imponente. La experiencia personal de estar frente a este templo y todo el complejo alrededor en blanco me caló profundo, me dejó sin habla, anonadada por horas. Fue una experiencia artística, y espiritual a su vez. La primera vez que lo visité estuve unas cuatro horas. Cada persona que supe qué visitó el Templo Blanco cómo es comúnmente conocido por ese nombre experimentó fuertes emociones y sensaciones de asombro, placer, irrealidad, fantasía y magia.  Regresé dos veces más sin haber perdido el asombro y excitación de estar frente y dentro de un lugar cercano a lo sublime.

 

Blanco es la reflexión máximo de la luz, versus, negro ausencia de ella, blanco es la descomposición del espectro de la luz, y no es color cómo tal, en su escencia no proviene de un pigmento, aunque los hay.   

Blancos, de qué blancos estamos hablando; blanco hueso, perla, ostión, marfil, nácar, humo, tiza, crema o blanco invierno o blanco nieve o blancuzca, o blanco albo, o albino, o albo de alborada o blanco frío y azulado, o blanco amarillento y cálido, o blanco titanio, blanco zinc, las rompientes de olas son blancas aunque sea de noche …y … ¿Cuántos blancos más hay ?… ¿Existe otro color con tantos referentes de asociaciones a sus tonos ?


Estos capítulos “blanco en el blanco” no se trata de la fotografía porque no tiene valor artístico, y me molesta por un lado, sin embargo, se trata del tema del blanco como obsesión y cómo lo han llevado a su máxima expresión. Cuento sólo con un celular de máquina fotográfica con sus limitaciones, sin embargo, acá suma la complejidad de la arquitectura por su texturas, líneas, mosaicos, espejos, todo con una saturación extrema de blanco sobre blanco. Imposible, sólo en los detalles se aprecia su peculiar e inédita belleza junto a su rebuscamiento. En Google sería un buen apoyo, no obstante, son muy parecidas a lo mío en calidad. Imposible, repito fotografiar ese templo por las condiciones de su arquitectura, fachada, complicación de los mosaicos, de los espejos y saturación de líneas curvas y semi curvas. Las fotos fueron tomadas en dos ocasiones y en distintas estaciones del año y horas del día y cómo la luz se refleja diferente sobre el blanco, unas tienden al amarrillo más cálido, otras más al azul y más frío. Nunca he usado filtros, no me gustan estas fotos son simples de mi celular y la magia de la luz hace el resto.


 
 

El “Templo Blanco”, en Chiang Rai, norte de Tailandia, se inició en 1997 y aún está en proceso con un total de nueve templos a los costados. Templo budista, diseñado por un artista tailandes de 68 años, oriundo de esa provincia. Se construye y avanza a según van llegando las donaciones por lo que está en permanente faena. Otros templos al costado y uno en dorado puro, pero me limito por ahora solo de apegarme al BLANCO.  Humildemente soy incapaz de transmitir el total de la área del complejo dónde se sitúa el Templo Blanco, siendo el principal, el resto cubre el 80 por ciento del recinto. Tampoco me dedicaré a los murales dentro del templo que son contemporáneos y referentes a la contingencia del país, mundial, entre cómics, críticas sociales y de gran simbolismo de la actulidad, porque me es imposible abarcar todas las dimensiones.

Para entrar al Templo mayor, uno camina por un puente ya que el Templo está rodeado por agua. Al acceso se aprecian, esculturas de cadáveres, huesos y muchas manos suplicantes que piden salir del hoyo, del mundo real, contingente, impuro y quieren salvarse y poder entrar en el Templo ya purificados. Es chocante ver las imágenes, se transmite muy bien esa sensación de súplica, de desesperación. Es impactante ante tanta belleza. Luego en el puente están los guerreros, y guardianes con sus lanzas y los ogros para proteger el Templo de los demonios y de los impuros.

La fantasía del artista de pintar una uña en rojo, solo esa. El humor del genio.

 
 

Recién se puede entrar al Templo, es una experiencia inquietante eso de pasar algo como un purgatorio previamente y sentir esas manos implorando salvación, imposible de ignorar.

 
 

Los peces alrededor del agua del Templo eran grandes y blancos, sólo uno negro, ese tipo de peces son nomarmente naranjos, no te deja indiferente esa obseción del blanco a tal nivel de detalle.

 
 
 

Las fotos de abajo muestran la confusi[on de sus texturas, curvas, mosaicos/espejos, que reflejan a su vez y es lo que hace imposible una buena fotografía de fachadas. Paradojalmente esa es la maravilla, la del caos de blancos y reflejos.

 
 
 
 

 

Voy a romper mi hoja de blanco con una foto del artista que se merece todo mi respeto y admiración, el pintor, Don Chalermchai Kositpipat. Un maestro admirable no solo acá con la pintura de los murales del templo dignos de mencionar. Usa la ironía, el humor, sátiras de los cómics, cómo popeye, los simpson, y por otro lado hitos actuales cómo la llegada a la luna, el bombardeo de las torres gemelas. Temas contemporáneos que nunca había visto cómo inspiración de mural en un templo de ninguna religión. Está prohibido sacarles fotos. Son pocos los artistas contemporáneos que admiro, él es versátil como pocos ya sea cómo arquitecto, escultor, pintor. Un creativo íntegro, fantasioso, con drive, pasión, energía, humor, crítico social, va de mitológia hasta temas contemporáneo y contigente.

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Gracias, Don Chalermchai, por la magia que me regalaste fuera de este mundo real.

 
Peque Canas