ojos de la vagabunda

vaga# 1/18 hoteles “a”

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tribu Waerebo, Indonesia

parte XVIII

“hoteles a“ porque da para varias letras más. Escribir sobre hoteles es un tema que nunca se me habría ocurrido, pero ha pasado ser parte de mí diario vivir y con el pasar del tiempo ha sido de gran relevancia se han ido sumando anécdotas tras anécdotas, casi sin darme cuenta. Las hay divertidas, curiosas, insólitas y obviamente hay las malas. Después de tanto deambular uno empieza a desarrollar sensibilidades, agudezas, requerimientos, en fin aprendizaje, finalmente menos torpe. Que tema más entretenido para mí y de compartir.

hotel, resort, guesthouse, hotel boutique, tea house, family stay, hostel, “hutch” (choza) y otras que no merecen nombre como el de la primera noche a mí llegada a Vietnam. Con el correr de los meses uno va aprendiendo a distinguir las definiciones de rangos y servicios esperado de cada uno. Yo llamo a todas “mis casas”, muchas casas, cambio de casa a cada rato. Como siempre hablándome sola, me digo ….cuando vuelva a “casa”  voy a enviar el mail, salgo de la “casa” en 1 hora más, !! por la cresta se me quedaron los anteojos en la casa !! y así……

hay casas que dan ganas de quedarte por mucho tiempo, esas son las “memorables”; su ubicación, vistas, ambiente, exclusividad, entre otros. Muchísimas desvanecidas en la memoria, no quedan rastros, ni recuerdos. Algunas en que sólo necesitas depositar los huesos y otras que quiero arrancar al momento de poner una pata en ellas y no siempre existe la alternativa de una segunda opción y sí, pasan a ser “memorables” por exactamente lo opuesto.

el aprendizaje ha sido lento y torpe por cosa mía o mejor dicho muy relajada, ósea poco rigurosa en tomar las decisiones. He aprendido que en el momento del booking la ubicación es lo más importante. Ya sé ubicar donde se concentran la mayor parte de los hoteles, entonces esa es la ubicación correcta, en ciudades grandes eso no sirve porque son muchos los centros hoteleros, con fines de negocios y otros, ahí busco los del centro que es donde se gestan la historia de la ciudad. Las grandes ciudades las evito en general. Uso booking.com (deberían darme un descuento por mencionarlos, jaja !! ) después de la ubicación es la puntuación sobre 7. No leo jamás los comentarios de cada uno….que lata !!!! ….anda a saber si andan en la misma de uno, además nunca estoy en el mismo bote que los otros. Definitivamente en respecto a la selección de hoteles he desarrollado requerimientos muy particulares en el andar nada que ver con el del turista tradicional. Si me equivoco, me cambio, busco uno en persona, pero los vacacionistas no tienen ese tiempo y no van tanteando hoteles. El lujo del tiempo, una y otra vez el tiempo es el factor más apreciado. Solamente ahora cuento con este lujo, tan esquivo en mí vida y cómo lo disfruto y valoro a diario. Sin embargo, los mejores datos de hoteles son los compartidos por otros viajeros como yo.

He desarrollado con el tiempo una vasta experiencia y he llegado a muchas “consideraciones” sobre la selección de casa y el puntaje que yo les doy y solamente cuando estoy en ellos más de tres días, menos no vale la pena en molestarse en nada. Yo no voy por “estrellas” en el hotel, yo les pongo “soles” de puntuación y un vez dentro de ellos y tiene que ver solo con mis necesidades de habitación y locación. La lista de las “consideraciones” es larga y entretenida que ya las iré compartiendo.

Inicio este capítulo con el extremo de los extremos no de lo lujoso, ni de lo precario, sino de lo exclusivo en todo sentido de la palabra. Huésped de la tribu Waerebo en la isla Flores de Indonesia.

este no es un resort para turista, como esos resort temáticos que se encuentran en lugares étnicos, acá se aloja en su comunidad donde tienen una choza para visitas, las otras chozas laterales viven parte de la colectividad, otros viven en los alrededores. Técnicamente es un hotel, te dan cena, desayuno y se paga unos 10 dólares. Las chozas están dispuestas en semicírculo y la central es la del jefe de la tribu. Es un proyecto de auto subsistencia de ese grupo étnico, los Waerebo. Han sido asesorados por varias ONG internacionales para desarrollar este programa de recibir huéspedes. Poco a poco han refaccionado las chozas, instalando energía solar y por un par de horas se cuenta con luz, no hay señal y recientemente se hicieron los baños, es la última mejora. Esperan con esto poder abrirse en portales de turismo étnicos. Me enteré que solamente han pasado unas 3 mil visitas en los 5 años que han iniciado en forma precaria y lenta el programa !!!!…plop !!!! Van quedando cada vez menos rincones desconocidos en el mundo y tan aislados. Para mí una gran fortuna de haber estado en unos de esos rincones incógnito y que serán cada vez más escasos. Es una interesantísima idea para preservar sus costumbres, mantener el orgullo, dignidad de sus ancestros y no tener que terminar partiendo a las ciudades por lograr un ingreso, igual viven del café. Sé que también se está realizando este tipo de programa en otras latitudes del mundo. Fue muy debatido internamente, muchas conversaciones, votaciones, asesorías por años antes que la comunidad aceptara abrirse al mundo. Por eso ha sido muy lenta su implementación. Primordialmente temerarios de ser vistos como indígenas, como clase inferior por los visitantes. Ellos viven con gran orgullo su cultura, su lenguaje, ni las mínima intención de renunciar muy por el contrario, la valoran y la velan por ella. Los ingresos que aportan los huéspedes van la comunidad en mejoras, ahorro para desgracias naturales, educación, hasta han pagado universidades de algunos miembros. Todo está explicado en pizarrones el destino de los ingresos.

 

Cómo llegué a encontrarlo? destino o azar, no se muy bien la diferencia entre ambos, el punto que fue en una oficina de turismo de la isla Flores donde estaba porque queríamos conocer los dragones de Komodo y es la única parte del mundo en que se encuentran. Hurgueteando entre panfletos encontré algo de información y muy vaga sobre estadía con la etnia Waerebo. ???? Pregunté por detalles, definitivamente inciertos, pero no titubeo un segundo y nos animamos con Peter, mi hijo que me visitaba, partimos al día siguiente. Había que arrendar un auto 4x4 con chófer y traductor, no barato, pero en eso yo no tengo dudas de invertir en una experiencia más que única e irrepetible. Cuatro horas de auto con un paisaje maravilloso, bosques tropicales, playas, islas a la vista por todos lados, cruzando pequeños caseríos, arrozales hasta que el camino termina en solo una huella y se llega a su fin, un caserío de no más de 15 casas. El chófer y el traductor se quedan a dormir en una casa de la tribu para que al día siguiente nos regrese. Imposible llegar por otro medio, las camioneta tipo bus que es lo hay con muchas conexiones, sin horarios, cero inglés y muy tímidos, no se ven de extranjeros en la zona, no así como me tocó el rechazo visceral hacia el extranjero con las etnias que vi en el altiplano de Guatemala, aún comprendiendo en su mayoría el español.

Una vez en el caserío comemos el almuerzo de la casa y partimos. Ninguna idea a donde íbamos, sí, sabíamos que íbamos a perdernos en la selva y punto. Seguimos las instrucciones del traductor. Iniciamos en moto, nos llevaban a cada uno en una y nunca más un explicación, a la media hora se detienen y a caminar. Uno de los que nos llevó en moto hizo de guía y a seguirlo. Fueron casi 4 horas por una huella, cerro arriba, cerro abajo en un bosque sumamente tupido, tanto en tanto en las cumbres se veía el paisaje con el mar de fondo. Finalmente se llega a una loma alta donde hay un palafito, el guía sube al recinto y toca una campana de madera luego da unos tremendos gritos. Anunciaba la llegada como lo dedujimos, me sentí como en las películas Tarzán. Era de aventura a mil, nunca escuchada, nunca recomendada y partíamos literalmente a perdernos en la selva. Estaba tan feliz de compartirlo con Peter y también me dio mucho gusto, él estaba totalmente entusiasmado y cero aprehensión, porque las habían de sobra, cómo vamos a dormir, etc… para mí lo más aterrador son las comidas y baños, con las comidas he ido aprendiendo a digerirlas luego de tanto tiempo en lugares recónditos de Asia donde sus comidas son enigmáticas por decir algo, sospechosas y absolutamente poco apetecible para mí, difícil. Para este momento he desarrollado una técnica y se la explicaba a Peter y es no masticar por ningún motivo, se pasa de una a la garganta……al masticar salen los jugos raros, se palpa las texturas extrañas para uno y sabores incomprensibles ……..Peter, totalmente entregado a la aventura …. abierto a lo desconocido, a lo diverso, a las ganas de conocer culturas, mejor dicho tribus remotas totalmente marginadas del mundo. Lo apreció y disfrutó ……. para mí un orgullo, no cualquiera está para esos ajetreos o intereses. Quizás escuela de mamá iniciada desde su niñez….

 

partiendo en moto y luego la caminata hasta el la caseta de aviso de la llegada a la tribu y el bong de anuncio

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la recepción consiste en una bendición con la que te recibe el jefe de la tribu en su choza. Hay 8 piezas con cortinas de puerta donde viven 8 familias con jerarquía por antigüedad, comparten cocina y lugar común. A mí se me caían los ojos mirándolo todo pero no se podía hacer nada, solo sentarse y escuchar la bendición en la lengua incomprensible. Ellos hablan su dialecto y hago un alcance, las etnias se definen como tal cuando tiene su propio lenguaje, luego hablan el idioma de esa parte de la isla porque hay tres y finalmente el indonesio oficial que no todos lo hablan. Al final de la bendición te permiten sacar solamente una foto con el patriarca, nada más. Aquí lo más impactante para mí es que se llamaba Rafael, !!! PLOP !!!! Rafael, como mi hijo, !!!! por favor exijo una explicación !!!!!. Cómo el jefe de una tribu remotamente perdida en una isla de Indonesia tenga el mismo nombre de mi hijo nacido en Estados Unidos… !!! jajaja !!!!! Me averigüe, la isla fue colonizada por portugueses y trajeron el catolicismo. La tribu es católica y sus nombres también, con sepulturas, urnas con cruz, acá en esta parte de Asia no se estila del todo, son budistas e hinduistas, y musulmán en especial en Indonesia, ellos los creman los cuerpos, no me deja indiferente la insólita, tremenda coincidencia por ambos Rafaeles.

 
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un joven de unos 24 años, el único es el encargado para atender a los huéspedes, habla inglés. Te lleva a la choza indicada y te explica las reglas, hace los cobros y sirve las comidas. Entrar a la choza da quisquilleo, es redonda, un solo espacio muy grande, un gran pilar de eje central de más de 15 metros de altura, suspende la techumbre cónica de inciertas ramas, lugar oscuro, solo 4 ventanucas abiertas era la única luz del lugar, todo a la vista, un solo espacio, varias esterillas en el suelo que hacían de colchón por los costados siguiendo la línea de la arquitectura redonda, al centro una larga esterilla y alrededor otras individuales más gruesa para sentarse, “el comedor’. Ropas colgando en cordel para secarse, más atrás y adjunto el lugar de la cocina, los baños afuera. Cabrían unas 40 personas en cuanto a camas. Me tocó compartir con unas 8 personas, los guías duermen ahí mismo. Uno de los reglamentos es no desvestirse en la choza, sólo en los baños y el respeto hacia los otros en cuanto a silencios. La luz se apaga a las 9;00 pm.



 

la comunidad en su rutina, recoge leña para el fogón de la cocina, se trabaja en las huertas, miran y te sonríen, pero no hay más que eso. Sentí que eran tímidos o aún no han aceptado o incorporado del todo las visitas de afuera. Niños, perros y gatos por doquier.

 
 
 
 


al lado mio, osea de mi esterilla/colchón, menos mal que habían varias vacías así que hurté temporalmente
unas 3 para amortiguar la dureza !!!! ja ja !!!!, habían tres chiquillas musulmanes, de unos 22 años se veían muy alegres. Luego de la comida a la cama y a ellas las tenía a medio metro mio. Casi imposible no cruzar palabras y me empezaron a preguntarme cosas y despertándoles una gran curiosidad de ver alguien “golden age” en esas precariedades. Fui literalmente interrogada por las tres, todas a la vez preguntándome todo, cómo una mamá viajaba sola y por por más de un año dando la vuelta del mundo. Peter, estaba conmigo y les decía sólo por sus vacaciones y un sin fin de preguntas, hasta que nos hicieron callar, hora de dormir, sin embargo, seguimos un poco más en voz baja era como sentirse en un internado !!!! jaja !!!! . Se impresionaron tanto, no se podían imaginar ese tipo de vida, por ahí una me decía “eres una heroína, una inspiración”. Sí, si se piensa ellas musulmanas, con sus velos, ninguna posibilidad de ni de soñar hacer algo fuera de sus reglas tan estrictas de comportamiento y tan duras para las mujeres además ser de la tercera edad es otro factor de admiración para ellas. En Asia la tercera edad es casa y solo vida de casa. Ver sus caras tan maravilladas de escuchar mis historias, pero me daba al mismo tiempo pena por ellas, porque me hacían sentir que era algo tan remoto a sus sueños. Lastima que nos hicieron callar porque yo era la que tenía miles de preguntas para ellas de sus vidas, su religión tanta fuerte y como iban ganando terreno, ellas en particular porque ya estaban saliendo solas de vacaciones y se veían muy abierta a compartir con una extranjera, cosa muy inusual, es una religión muy cerrada. Eran ingenieras en computación. Yo sí me perdí una escasa oportunidad de saber más de cómo se vive el musulmanismo en la mujer joven y profesional. Una vez mas no hicieron callar dejaron la luz prendida un rato más para que una de ellas hiciera sus plegarias….ahí me fui de espalda, saca de la mochila una túnica amarilla y gruesa, se la pone, mira hacia la Meca y reza en voz alta, se inclina, arrodilla, levanta, alza las manos y lo repite todo por unos 5 minutos……..foto paparazzi …no me la creía. Peter, me retaba, pero cómo andar con esas ropas extras en la mochila por ejemplo. Al otro día todos partíamos y no nos dejamos de dar abrazos, muchas risas y fotos. Y yo perdí la oportunidad de saber de sus vidas.

 

por esas intuiciones de uno compré cuadernos y lápices para los niños. Todo contacto con la comunidad tenía que pasar por el muchacho a cargo, le mostré los cuadernos y lápices y no me dejo dárselos, !!! qué no y qué no !!!!, que los mayores van a la escuela y ellos los chicos aprenderán después, le trataba de explicar que tomar un lápiz y colorear se que se puede hacer desde muy chico, él no comprendía lo de dibujar antes de ir colegio. Insistí pesada, los niños empezaron a acercarse y mirar con curiosidad los lápices, tuvo que aflojar. Verdad, no habían tenido contacto alguno con cuadernos y lápices los miraban y quedaban en silencio, no tenían ni idea de lo que era. Los niños de más de 6 años van al caserío donde se dejó el auto a la escuela y duermen con gente de la etnia que viven en el caserío durante la semana, ahí se integró una de las chiquillas musulmanas y ella les pintaba con una canción y se vieron entusiasmados, pero de ellos tomar un lápiz distantes, por fin ganó la curiosidad y empezaron a rayar, era obvio que nunca habían visto un lápiz. El joven miraba de lejos aun con cara de desaprobación. No existen ni mesas, ni sillas.

vi debajo de una choza una tejedora, !!!! PLOP !!!! me acerqué silenciosamente, me vió y mostró una sonrisa maravillosa, lo que me dí por invitada a acercarme, me metí debajo de la choza, intercambiamos unas 10 palabras en inglés y unos 200 gestos con las manos, se llama Filomena, “Filo”, preciosa, energética y acogedora. Enganchamos de una, le fui mostrando fotos de tejedoras conocidas mías de Guatemala y Vietnam y hasta yo tejiendo en un telar de cintura. Siempre mostrar las fotos de otra tejedoras a otras tejedoras les causa una tremenda emoción, no paran de mirarlas, como ver que en otras latitudes se teje, se teje igual, colores y diseños similares. Filo, aumentará mi repertorio para seguir compartiendolas con otras tejedoras del mundo. Cuando me ven en algunas fotos tejiendo en un telar de cintura me ofrecen más que rápido tejer. Al principio lo hacía, pero he percatado mi falta de práctica, mis dedos torpes, mis vista absolutamente inútil y esas finuras de trabajos me quedan grandes, así que ya no voy aceptar más invitaciones de tejer. Tejía una tela ceremonial, en el día usan ropas como las nuestras, ella en blue jeans. Me compartió de su vida, sus hijos y de uno fallecido que nunca supo el porqué, me presentó a las otras mujeres que pasaban por ahí, muchas risas, qué mujer más feliz se le veía y siempre con nuestro precario lenguaje. Esos encuentros para mí son el mayor placer de mis andanzas. Los Waerebo son una raza tan distintas a las que he visto, no tienen ningún rasgo asiático, son altos, creo que me queda claro el paso de los portugueses porque eso es lo que ví, rasgos europeos.

 

Retomo los hoteles, los “resort” y los llamo “resorte” porque los pago con tarjeta de crédito (que nunca uso) y puede rebotar la tarjeta como un “resorte “. De estos ya el nombre se ha cacheteado porque le van poniendo a pinta el nombre resort a cualquiera cabañas con piscina y un restaurante básico. De tanto en tanto me pasó por un “resorte” mejorcito por unos días, ahí recupero el estatus perdido por las muchas veces de ser huésped en el otro extremo en el abanico hotelero ….. y cuando digo el otro extremo es el otro extremo. No tengo una línea definida para seleccionar casas, depende de las circunstancias y a veces hay tres días de diferencias para ajustarse de lo más rápido a tremendos contrastes de 5 estrellas a menos 5. Hay otros que corren por otro carril, no con estrellas y son extremos también, como poder relatar un alojamiento en un monasterio budista en Japón, en un enclave dedicado al budismo, perdido en las montañas, mágico, para pasar al otro lado del péndulo en Kuala Lumpur, Malasia, donde caí por estrategia de estar cerca de la embajada de Brunei por trámites de visa en un barrio musulmán radical y por lo tanto su hotel musulmán radical. Nunca visto en mis travesías, no es un hotel de turista pero sobre todo es un hotel para ellos, con su lugar de rezo, la pieza con indicación en el techo de la orientación de la Meca, libro del Corán y una alfombra para rezar. No fuimos bien visto con Peter y tratos hoscos lo que no me había tocado nunca en ningún hotel.




abro la puerta a las casas……

 


 

si hago el cálculo al ojo de 24 meses son más de cien casas, puertas y números creo que es bastante acertado, van entre la noche a meses como estoy hoy en día instalada en Chiang Mai, Tailandia. Sólo se me ocurrió en los últimos meses de sacarles fotos a sus números, están los precarios con plumón a los sofisticados y uno hasta sin número del todo. Desgraciadamente tengo pocos registrados porque sería una maravilla una página llena de números, números de distintos tamaños, colores, gráficas, diferentes cada uno y de cada casa… el último número corresponde a una estadía en el hospital de Chiang Mai por cirugía menor, pero cae en hoteles también, aunque forzoso y a esa no le llamo casa.

 
 
 

termino dejando la puerta abierta para las próximas casas ….. !! me muero de curiosidad con qué me encontraré……!!

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Peque Canas