ojos de la vagabunda

vaga #3/21 Fatty “b”

parte XXI

en este capítulo HABRÁN muchos templos y pagodas de las cuales no retengo sus nombres en particular, eran DEMASIADOS, solo MUESTRO algunos. TODOS ESTÁN a las afuera de Mandalay

Quedó pendiente sobre Fatty e importante compartirlo fue que cuando le pregunté si había estado en su juventud en algún monasterio. Sí, si estuvo y cómo fue? se produjo un largo silencio, su rostro se entristeció y me dice: duro y difícil, con una expresión en su rostro de casi de dolor. Ahora sus dos hijos mayores están en un monasterio ya que tienen 17 y 19 años y estarán por dos años. Lo que lo alegraba era que quedaba cerca y lo podían ir a visitarlos los domingos y que los hermanos están juntos en el mismo monasterio. Parte de su cultura, de sus raíces tan ajenas, desconocidas y muchas veces incomprendidas por uno.

Este capítulo sera más bien una galería de fotos. Vi tanto en esos dos días y quedé muy saturada y podríamos seguir unos cuantos días más porque la cantidad de monumentos es fuera de lo imaginable. En cada lugar que parábamos, todo era majestuoso, decenas de imágenes, todas con su historia y simbología y Fatty orgulloso, entusiasmado en compartirla.

Uno de los lugares que visitamos, era un tremendo desorden, no sucios, todos sus iconos eran enormes y además tenía un monasterio.

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la última foto como cúpulas guatonas pintadas de color oro, es una replica muy chica de un icono que esta en el sur del país. La original es enorme y cubierta de oro, donde se conservan dos pelos de Buda, no me dio para visitarla ya dejaba Myanmar, se me acababa la visa. Habría estado otro mes más que feliz.

Luego nos detuvimos en un antiguo palacio real y dos antiguas pagodas en completa destrucción. Hay algo en mí que me gusta lo destruido, lo añejo, lo descascarado, las ruinas, el paso de los años, se huele y se ve historia. Reflejan su auge y buen pasar. Son místicas, sugerentes y lo visual de esto me atrae, por ejemplo los ladrillos gastado caprichosamente, dependiendo del sol, el viento y anda saber que más. El terremoto de 1975 fue parte de la destrucción de cientos de pagodas, palacios y monasterios los cuales nunca se han restaurados.

 


El cartel de abajo me dio mucha risa, “sacarse los calcetines”, al igual que el otro de no dormir en los templos (Vietnam) acá, sí se duerme en los templos. Me imagino que este letrero fue en pronta respuesta a la viveza de algunos para poder soportar los hirvientes suelos de los templos, no solo son pagodas, sino recintos enormes, con diferentes altares, algunos con monasterio. Acá, se camina a pie pelado y por largo dentro de un mismo lugar, con un calor 40 grados, golpeando, martillando los suelos de cerámicas sin piedad. Transitarlos es prácticamente imposible de soportarlo, durante las horas de más calor del día. Buscando siempre una sombra por flaca o escasa que sea. Pero la realidad lo único que hay que hacer es correr, correr a más no poder hasta alcanzar una sombra o meterse dentro de algún monumento o pagoda. Por eso me causo risa lo del calcetín, claro que te salva y no es una vez que hay aguantarlo. Calcetín, que genial, pensé que fue idea de muchachos gringos haciéndose los vivos, no sé porque se me ocurrió eso. Muchas ocasiones cuando cruzábamos estos recintos ya sea, templo, monasterio o palacio y algunas veces todas en una, él rajaba a buscar mis  !!! shaaalas !!! porque quedaron donde iniciamos el recorrido y me las traía a donde estaba. No se imaginan el tremendo gesto y lo que valoraba tanto yo cómo mis patas con cuasi quemadura en sus plantas.

Dejó por entendido que sacarse los zapatos al entrar en algún templo, es para dejar la mugre del mundo afuera del lugar sagrado. Estando en Sri Lanka en un pequeño pueblo había que sacarse los zapatos para entrar al supermercado……..eso sí que me descolocó, no hay lógica, razón o comprensión, la primera vez lo hice, aunque reconozco dubitativamente, cuando volví por la segunda vez, no me los saqué y jugué a la turista  “comprender nada”.


 
 
 

Este es un antiguo palacio real, cargado de historias y muchos altares adentro ubicados en los puntos cardinales, con estudio de la luz del sol para que ilumine cada una en distintas épocas del año como del día. Varias pagodas a los costados, cúpulas, pintadas doradas, otras blancas generando una atmósfera particular.

 

abajo muestra unos segundos de algunos lugares y sus pagodas, son solo al pasar, es para imaginarse la abundancia de pagodas. Por eso necesitaba mucho tiempo si quisiese verlas todas.

 



A continuación el templo de Mandalay Sutaungpyei ( literalmente wish-fulfilling ) Pagoda, fue lo último que visité con Fatty, fue cómo guardar lo mejor para el final, el broche de oro. Recuerdo que tuvimos que apresurarnos para llegar a la puesta sol…   yo le decía detrás de la moto apúrate no más, olvídate que soy una turista y entonces rajó jajaja. Las puestas de sol de Myanmar son espectaculares y nacionalmente y turísticamente famosas. Es el pick de cualquiera visita. Siempre hay que estar en algún lado donde apreciarla y por todos los locales, además ya baja la temperatura y la gente aparece. Estoy hablando del mes de abril, aunque se repite la mayor parte del año. Es un fenómeno que el sol se torna en una bola roja suspendida, flotando en cámara lenta antes de llegar a su ocaso final, en que lo puedes mirarlo sin problema todo el tiempo que quieras, la última media hora es la más alucinante, quedas como poseído, hipnotizado. Hay una especie de neblina fina y alta que se interpone, no es ni blanca ni gris, permanente durante día y noche, es un fenómeno natural, no es smog. Hermoso lo del sol pero jamás vez una estrella, como contraparte y yo extraño mucho las estrellas. En general por la humedad no las he visto del todo por acá.

 
 


 
 

siendo una pagoda de tal belleza que mis fotos quedan corta, a veces me quedo solamente a contemplar y sentir la atmósfera, más que andar como loca sacando fotos y perderse la mística que se siente, quizás si uno se pasara el día en ella podría hacer ambas. Esta pagoda es de una belleza diferente a lo visto, siendo mi favorita Kuothadaw Paya Vaga #3 Parte I, ( foto de más arriba) por su pureza, pulcritud y minimalismo, con su solo color blanco insistentemente limpio, donde no hay donde confundirse y el un toque de dorado en su cúpula, podría decirse y más bien digo, acá es lo opuesto. Una gran pagoda, de arquitectura exquisita, hermosa, de alto refinamiento, de finuras que dejan de ver su elegancia y sofisticación sin igual. Sublime en pocas palabras. El lugar donde está situado en la cumbre de la loma, tenía que ser especial, toma el protagonismo de la ciudad. Siempre se ha subido a pie y son 1.729 peldaños que toma una hora en subirla, hoy en día hay la opción para llegar en auto. Este templo estuvo tomado por los japones en la segunda guerra mundial y sabían que no los podían bombardear en ese lugar por su sagrado, fue rescatado a mano a mano por los Gurkas, luego los ingleses se hicieron cargo. Hay tanta historia en cada uno ya sea, religiosa, histórica o social que yo doy menos que una pincelada, solamente relato lo que pasó por mis ojos y lo que mis orejas escuchó. Habiendo más diez pagodas o payas ( que es lo mismo ) dentro de esta ciudad chica con los mismo niveles de majestuosidad y solemnidad. Para ser más exacto entre 300 a 500 metros hay 4 tremendas pagodas. Quizás esta no es de oro, como la otra, pero es su refinamiento en sus interiores donde el trabajo de los mosaicos son una pieza maestra.

 

Sus muros cubiertos por mosaicos con diseños geométricos y con muchos y pequeños pedazos de espejos en ubicaciones cruciales. Estos mosaicos, en que los espejos distorsionan la realidad, crean nuevos e inexistentes espacios, distorsionan los planos, destellan brillos indiscriminadamente, son ilusiones, son juguetonas, le dan gran magia.

 
 
 
 


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termino con esta foto que no es común que aparezca, pero quiero dejar grabado de alguna manera el reconocimiento a una persona que ganó todo mi respeto y admiración a su nobleza.

Peque Canas