vaga #4/3 Laa y Xixi
esta foto es el mejor resumen de mi narración y su cultura; alegres, generosas abiertas, Xixi, con sus brazos abiertos como todos los días.
parte III
Ta Van, mi primera aldea que visité en Asia a 40 km de Sapa, mi motivación era conocer un grupo étnico dedicado a la artesanía textil. Desde Sapa se llega en moto taxi y primer shock, te obligan a ponerte casco, lo miro wacatela con pelos pegado, no me lo puse y él no partió, cero comunicación, tuve que ponermelo lo más suelto que pude y tampoco pasó, resignada……. bienvenido los piojos…… !!!!! menos mal que no se ha repetido la situación, he invicta de piojos. Era un caserío y me habían dicho que podía dormir en una “family stay” moya…… deduzco estar con una familia, será… !!!! bajandome de la moto se me acercan mujeres y niños a vender artesanía, no pesqué a nadie tenía que encontrar el “family stay” y asegurarse el tuto, abierta a cualquier cosa y con tiempo para discernir lo mejor. Habían dos, uno lleno, el otro al costado donde encontré lugar, es lo que vi de entrada al caserío, cómo no uso nunca el LP de consulta a diario, sino a grandes rasgos de las zonas interesantes pero no más, el resto lo descubro yo y por varias razones, toda mi vida he viajado sin apoyo logístico y lo otro siempre siento que tengo inquietudes diferentes a los otros. Por lo que las experiencias van del desastre hasta maravillosas nunca reportadas en libros de viajeros. Cuento esto porque más tarde supe que al interior en los lomajes habían muchos más “family stay” buenos, algunos con opción a pieza privada y baño.
Ta Van, el caserío
agarré lo primero que pude, es la casa más radical que he posado mis huesos por su precariedad o la no intimidad en un entorno a colchones en el suelo y una que otra cortina, digno de relatar más adelante porque cuatro días antes venía del resorte de Halong Bay, el otro extremo del péndulo. Ya instalada salgo a la calle y nuevamente abordada por niños y mujeres para venderte algo, eran unas 8 mujeres y 10 niños cuando vieron que no era una compradora del todo se sentaron en la vereda a seguir bordando, como dije antes sus manos nunca descansan y lo niños vuelta a sus juegos era un tipo de luche y el elástico. Hablan inglés lo necesario para vender sus artesanías. Yo estaba tan alucinada especialmente por su sonrisas, acogida, tan transparentes, sus curiosidades de no parar de preguntarmelo todo, de donde vengo, cuantos años, del marido, de los hijos etc…. Me acerqué a dos mujeres que estaban juntas bordando, una bastante mayor muy linda, la otra joven, entablamos una larga conversa y me explicaban sus artesanías, yo no paraba de interrogarlas y cómo sé algo de las técnicas podía preguntarles por detalles, los que las alegraban mucho de mi genuino interés y de sentir mi admiración a sus trabajos. Ambas de la etnia Hom’g (negro) porque hay más y se diferencian por los colores de la ropa, la de ellas negra y morado oscuro. Xixi, la mayor más de 70 años, con rastros patente de su herencia de la colonización europea, ojos azules y pelo claro, todos comentaban que es la más linda del condado, sí que lo era con su metro 1.45. Ella paso por 3 guerras; liberación de la colonia francesa, guerra civil entre el norte y el sur y la guerra de Vietnam con los americanos además de la invasión de los japoneses en dos oportunidades. Tres guerras, grandes hambrunas y su rostro refleja una inacabable alegría, compartimos por semanas y siempre sonriendo. La joven Laa, 33 años, 4 hijos entre 10 a 2 años. Muy pobre mucho más que Xixi, la anciana pertenecía a su clan, bien formado, más años de trabajo, tenía más de una casa, muchos animales y tierras. Mientras Laa, no vivía en un clan familiar, sino sola en su casa. Las ventajas de vivir en el clan que es lo más común los que son patriarcales donde los hombres traen a sus esposas, viven en diferentes casas el resto todo común, es la única manera de sobrepasar mejor la pobreza, todos aportando todo en todo, cuidando niños, abuelos, se diversifican los trabajos. Si el marido muere el hermano pasa hacerse cargo de la familia.
En esa primera conversa le preguntaba por el teñido del color índigo, ese color me ha fascinado por siempre, será que en Chile no lo hay y su peculiar color azul con las más infinitas variedades de tonos, son realmente maravillosas. Me explicaron que lo sacan de una planta y todo el proceso del teñido, me preguntaron si quería ver la planta, mi respuesta no es necesaria escribirla. Partimos caminando cerro arriba, pasando por los patios de varias casas, arrozales, bosques hasta que encontraron la planta. Las fotos lo dicen todo. Quedamos al día siguiente en que me mostrarían el resto del proceso del teñido. Me impresionó la similitud de los trabajos mis amigas mayas y me decía cómo tan parecidos y al otro lado del mundo. Se me ocurrió mostrarles fotos de sus artesanías, ropas, bordados, colores y hasta yo misma tejiendo. Sus reacciones fueron expresivas no dejaban de mirarlas y luego me las hicieron mostrar muchas veces a sus amistades artesanas con el mismo resultado. Así partió nuestra amistad.
partimos en busca de la planta que da el color índigo, cruzando por casas, bosques de bambú y arrozales, Xixi en la fotos y su constante sonrisa tan acogedora, siempre lista para la foto.
neblina y frío era lo que había
Laa, en su más espontánea expresión me invitó a almorzar a su casa PLOP !!! para el día siguiente y mostrarme los procesos de teñido, sin embargo, ella no tiene nada de nada que mostarme, iríamos después de almuerzo donde alguien que tiñe y hace más cosas.
mi primer almuerzo con Laa, el primero de varios más, me quedaba corta en absorberlo todo cuando entré a su casa. Tratar con el poco lenguaje seguir lo mejor posible lo que de debería hacer. Qué pensaba yo ?, además de estar tan excitada por lo que estaba viviendo, pensaba que era tan afortunada en llegar a conocer esas vidas en intimidad, darme cuenta que la precariedad de la comunicación no era impedimento para compartir, porque las invitaciones no cesaban, tener la oportunidad de conocer su rutina, casas, comidas, hijos, familiares, sentir el gran orgullo de su raza así como el búfalo porque me llevaron a conocerlo, lo utilizan para el arado del arroz y lo intercambian cómo préstamo de búfalo por comida. Pensaba cómo tanta generosidad, ni de que se sintiera tan pobre con tan poco para ofrecer. Es la familia más pobre que he conocido en mi vida y ella siempre sonriendo. Ese almuerzo marcó en mí, me dí cuenta la facilidad que tengo para integrarme, ser acogida hasta por los más pobres, ver en mi persona una mujer abierta, sencilla y alegre, cosas que son percibidas y siempre resultan ser mutuas, porque esas mismas cosas comunes crean la conexión. Acá se sumó mi amor por la artesanía, mi abierta admiración hacia ellas y sus trabajos, ya que tengo pleno conocimiento del trabajo artesanal, sus interminables horas de labor, la maestría que hay detrás afinadas por los siglos y saber del mal reconocimiento en general por la gente eso queda claro cuando piden rebajas de sus productos, ignorando sus interminables horas de trabajo.
en mi “resorte” de menos 5 estrellas pero con un “sol”, porque podía tomar desayuno con huevos y no arroz, los compañeros de colchones vecinos que eran unos ingleses jóvenes llevaban una semana ahí, me decían; Cómo ? ya al segundo día te invitaban a almorzar las mujeres, ellos no habían tenido casi ningún contacto con la cultura, solo pasaban como unos extranjeros más. Ahí también empecé a darme cuenta que viajar sola, mujer, mayor, venir de un país que jamás han escuchado abre puertas, bajan la guardia y la curiosidad los mata…….
Laa, al día siguiente me pasó a buscar al “family stay” tipo doce, me dijo que compraría algo de búfalo para el almuerzo, lo hizo a la pasada, paró en un mesón de la calle que vendía cosas tipo tripas puesta sobre un tablón, yo discreta y obviamente no quería enterarme de las cosas, ni cómo se vendían, lo que sí sé que se veía espeluznante. Empezamos a apretar la guata….. !!!! Caminamos unos 15 minutos cerro arriba, llegamos a su casa, 3 de sus hijos nos seguían, la mayor en la entrada del caserío a la espera de vender alguna artesanía, luego aparece al tiempo de almorzar. La tarde en que nos conocimos para mí fue tal la impresión de lo experimenté que cuando fui a un local a comprar cigarros vi unos bidones de 5 litros de aceite, inconscientemente compré dos, uno para cada una. Llegar con mi aporte al almuerzo, pero ni siquiera se me había ocurrido como lógica por ser invitada, aún estaba en un estado atónito.
la casa de Laa, grande, espaciosa y los búfalos pasando por su entrada
me mostró sus dos piezas que consiste la casa, piso de tierra, las fotos lo describen mejor que mis palabras. Se puso a preparar un pequeño fuego en el centro de una de las piezas, la que servia para de todo. En un vieja y negra olla empezó a tirar verduras desconocidas, yo sentada en un piso a dos centímetros del suelo, hacía reír con muecas a la chicoca de 2 años mientras ella cocinaba. Comimos sentados al lado del fogón una mesa muy baja, unos 5 pocillos al centro con las verduras y lo del búfalo, el arroz lo trae de la arrocera eléctrica, tiene luz con dos enchufes, uno para cargar el celular, otro para la arrocera y una ampolleta en la pieza común. Lo que compró de búfalo, era subproducto, es un lujo, lo hizo por mí. Ella animada, alegre, me daba los nombres de los vegetales, deducir que los sacan de los campos, ella no tenía huerto solo dos gallinas y era común abastecerse de la naturaleza del entorno, literalmente salen a buscar un par de hojas a las montañas y las cocinan. Ahí fue donde aprendí a tragar sin masticar y hacerme diestra de los palitos, es lo que hay como servicio. Al final saca de un bidón bastante sucio, un líquido blanco, lo sirve en un vasito, era alcohol de arroz, le sirvió hasta la chicoca de dos años. Se cocina lo justo a la noche todo de nuevo. Me invitó a almorzar todos los días, me zafé de casi todos, no, por no querer, sino por ser agotadora nuestra conversación, poner tanto esfuerzo en entendernos, concentrarse a mil en cada gesto, articulación, aunque siempre acompañado de risas hasta por las cosas que no nos entendíamos con esas más nos reímos porque sabíamos que no nos entendimos en nada, además de sentir que gastaba más en comida, así que me dejaba caer en su casa evitando la hora de almuerzo, a veces me escondía en el ‘family stay” sin salir porque me esperaba afuera para llevarme a su casa, no podía negarme siempre, se mal entendería. Con Xixi, lo mismo, me decía, “hoy donde Laa, mañana en mi casa”. El último almuerzo fue el más difícil porque estaba el marido con dos hermanos, los hombres no hablan nada de inglés, ni les interesa, entran sin saludar, ningún gesto de amabilidad, uno siente un rechazo al extranjero y por lo tanto a mí, ella lo disculpa. Las mujeres que venden artesanías o dan almuerzos en locales es indispensable el inglés y su contacto con extranjero es relajado. Ese día comimos en la otra pieza, en la mesa bajita, corrió todo el tiempo el alcohol de arroz, Laa estaba incomoda, tener que atender a los familiares y atenderme en conversa o explicarme cosas. La comida varió por ser para los hombre más abundante. Todos apiñados en la mesita de 2 x 2, ellos degullaban, tomaban y conversaban duro, le saqué una muesca al marido cuando acepté licor de arroz y sería.
sus dos piezas grandes, de muros de bambú tejido pero totalmente a mal traer, lleno de rendijas y hacía un frío de cero grado, habían sacos de arroz, de carbón, una cama para 6, ropa amontonada, un bidón grande de agua, baldes varios, 2 de ollas, tetera, un termo, platos, pisos bajos, una mesa enana y muy baja, y nada más vi porque nada más había. El fuego se prepara para la comida y se apaga en el día y con ese frío incomprensible para mí, pero nada sobra, ni leña.
la planta índigo solo al frotarla sale el jugo del color, se ven los tonos que le sacan en los hilos teñidos.
el almuerzo donde Xixi fue diferente, solo ella y el marido de unos 70 y mucho menos interés de cruzar mirada conmigo, también demostraba su incomodidad ante mi presencia. La rutina de cocinar y de menú igual, acá sillas altas, pienso para el viejito que tenía mala las piernas. Tantas veces donde Laa, mientras ella cocinaba y yo entretenía a los chicos un día se me ocurrió mostrarles unos vídeos de monos divertidos que había tomado en Costa Rica, BINGO !!!! un éxito, se reían y lo miraban una y otra vez, luego seguí mostrandoles mis burritas la Luna y la Miel las tuve en mi casa por unos 10 años fueron parte de la familia y contarles que eran mías les causaba tal impresión además no sabían de la existencias de burros y les causaba mucha risa las orejas y los ruidosos rebuznos. Así que en casa de Xixi con unos chicos que eran sus nietos hice lo mismo, pero la diferencia que el abuelo se acercó por el alboroto y le fui mostrando los vídeos ahí sí que nos amigamos, su mejor sonrisa sin un diente, y despedidas con grandes gestos de mano. Que maravillosa de tecnología que sirva para llevarles risas a grandes y chicos.....y la mayor gracia es que estoy cada vez aprendiendo hacerlo mejor.
casa de Xixi, las fotos son oscuras, las casas no tienen ventanas, solo la puerta de acceso, ella tiene 3 piezas, cocina, sala común y una pequeña de dormitorio el resto lo mismo, nada, y la pipa del abuelo que se sienta en la entrada a fumar todo el día.
Llegó el año nuevo chino, la noche específica de celebración con cena, los vietnamitas realizan sus ritos religiosos, no así los de las etnias. Xixi, Laa y la dueña de casa del nuevo y lindo “family stay” que conseguí a los pocos días con pieza y baño propio mirando a unos arrozales de gran belleza se peleaban por invitarme a pasar la “noche buena” con ellos…… yo diplomática……. Sin respuesta a nadie, ya sabía que donde Laa y Xixi comerían con los hombres y no les caería bien mi presencia, quizás para ellas era la oportunidad de variar la rutina y tener algo más de distracción. Opté por la invitación con la dueña del “family stay”, pero no libre de aventuras de menú. Para terminar lo culinario, un día Laa estaba con tanta vehemencia por invitarme a almorzar donde su hermana el día siguiente de la “noche buena”, me contaba las comidas que prepararían eran especiales, solamente para la festividad. Se llegaba caminando más de dos horas montaña arriba, se podía llegar en moto también, el esposo tenía una y la veía coordinando un viaje llevando a los niños chicos primero y otro viaje especial para mi, lo que lo empelotaría además plata extra para gasolina. No aceptó mi negativa, para ella era lo máximo compartir y conocer su gente, diplomacia Peque, me dije, mañana veré cómo zafo, lo que me retractó no fue la moto habría caminado, pero fue la comida, hablaba de cada cosa..humm, solo fue eso, y allá en la punta del cerro sin salida de emergencia como baños o bien no poder retirarme cuando quisiera. Habría sido una experiencia extraordinaria, pero no me dio el cuero, y ella estaba tan animada con la idea. Al día siguiente aparecí en su casa después de darle muchas vuelta de cómo excusarme, menos mal que amanecí con algo de resfriado y se notaba, la voz gangosa y mocos……. Disculpada en buena.
mi primer family stay, por 3 días y luego encontré el otro con vista a los arrozales y hasta estufa eléctrica que me prestó la dueña, estuve como dos semanas y media
fuimos donde su vecina que hacía teñidos, pulidos de tela y además confeccionaba, me obligaron a ponerme sus ropas, detrás telas recién teñidas.
el marido con su moto hacía lo que podía, todos tienen moto, no hay otro tipo de locomoción, su labor era recoger leña del bosque, quizás la vende en otras casas para cocinar, artesanía y viven del arroz y por ser en altura y clima frío se siembra una vez al año, normalmente son tres siembras por año. Guardan lo necesario y el resto lo venden a empresas que pasan comprando. En su casa ni la de nadie hay radio, el caserío como todos en los colegio hay alto parlantes que entre 6 a 9 pm se habla, algo de noticias, informaciones de la comunidad y quien sabe que más en algunos caseríos ponen algo de música en este no. La religión es basadas en espíritus y ancestros, me dan un nombre y lo que me explicaban no entendí nada, no tienen templos, ni altares caseros como el resto de Asia, ni inciensos, ni imágenes, ni profesan ritos. Lo que sí hay plegarias y fechas con motivo del agua. Me decían para que el agua no falte, hambruna y para que no llegue en abundancia destrozándolo todo. Ambas casos trae muerte.
lo que me impresionó que todas ellas trabajan varias técnicas de artesanía a la vez, algunas se especializan más como la de los telares o costuras de las prendas. Le pedí algo para bordar y me dí cuenta que mis manos y ojos ya no son los mismos, torpe, no me reconocía, me llevaba el bordado a la casa para seguir y lo mismo, no dejó de darme mucha lata, porque ya doy por perdida esas habilidades. Con el batik se necesita pulso, tampoco pude con mi mano tiritona. Llegó una amiga con la que comentaban los pasos y diseños. Su herramienta para delinear en la tela no le estaba funcionando bien, estaba suelta y se quejaba de eso, la revisé y se la arreglé, solo le puse un pequeño tarugo. Mi único orgullo en mis fracasos manuales actuales al menos fue que algo útil que pude hacer.
la hija mayor no va la colegio, borda y vende artesanía
Ahora, pensaba como podía cooperar con está familia, veía carencias de todo tipo, cualquier cosa les caería bien, luego de darle muchas vueltas opté por juguetes a los niños, no tenían ninguno, en los cerros veía a veces niños con un palo y una botella vacía de agua que la hacían de auto, ellos nada, me impresionó. Un día fui a Sapa y ahí le compré una mochilita a la chicoca rosada, no se la saco más, unos legos a los más grandes, jaleas en pocillos y para la noche de año nuevo junto con Xixi les llevé un canasto tradicional con comidas, (caja de navidad) y algo de decoración para la fiesta. En casa de Laa igual que en Xixi nada en los muros, perdón, en casa de Laa sí habían dos pedazos de papel de volantín añejos recortados con figuras y pegados, me decía que había sido la decoración que hizo el marido el año nuevo pasado.
Pasó a narrar una de las historias más impactante que he vivido, le pedí a Laa que me enseñara hacer batik, nos coordinamos y por ahí me averigüé cuánto pagarle por la clase, sería casi todo el día y por supuesto con almuerzo, luego durante la clase me fui dando cuenta que compró el pedazo de tela donde practicar. Un pago por lo entendido sería de unos 2 o 3 dólares, yo al final del día le pasé en la mano un poco más de 4 dólares ya había almorzado un par de veces por nada, era mi oportunidad de retribuir y me fui, salió detrás mío a devolverme algo plata, que no correspondía tanto……… se me ponen los pelos de punta aún escribir esto, luego de todo lo compartido, toda su generosidad. Me decía que ya le había dado juguetes a los niños, yo en broma le decía; “es que no tengo nietos’, no, no la recibí, le dije que la usara para comprar comida para la fiesta donde su hermana y ahí acepto. Qué puedo decir……… sin palabras, quedé para mis adentros. Mi amiga Mari, con esta historia me hizo el comentario que me calza en su totalidad, “no están contaminados por la plata”. Y confirmo esto en Lao Cai que ya hablé el capítulo anterior caminando en el pueblo se me cayó del bolsillo del pantalón un par de billetes al sacar los puchos, me sale por detrás una mujer de unos 40 años, los había recogido y corría a devolvermelos………...uno es multimillonario en comparación a sus ingresos y la lógica dicta que un turista pierda dos dólares no le hacen nada y para ellos es el sueldo de 3 días…….cómo me explico….. Cuando hablo de cultura, no solo la ropa, la comida, sino esto también y no sale en los libros, estas son las cosas por la que me maravillo, hacen que le dé un gran valor y respeto aún siendo analfabetas cómo Laa y Xixi.
Cerca de las tres semanas yo ya me había despedido de ellas, Laa me regaló un echarpe que revende, el más costoso y Xixi un pañuelo de los que usan en la cabeza…...por favor, son sus ingresos……..esas cosas me producen una tremenda timidez, se me cayeron algunos lagrimones………una vez más sin habla.
Tuve que ir a Hanoi, fui a buscar la nueva tarjeta de crédito que me envió el banco ya que había perdido la mía, volvería al norte, pero a otra zona y aproveché a imprimir una foto en grande de las que les saqué a la familia de Laa. Todo empezó jugando con los niños tomándole les sacaba fotos y se las mostraba, el revuelto de verse en foto fue enorme, Laa entre los preparativos del almuerzo no se resistió en verlas y su asombro no lo disimulo, les dije pónganse todos juntos y les saqué una foto, la alegría de esa mujer era indescriptible, entonces mi regalo de despedida fue que imprimí una en grande la puse en un marco bien dorado y se las llevé, fui solo a eso por el día, ella no estaba, se la dí al marido y sus ojos se paralizaron mirando la foto, la tocaba, no levantó más la vista yo ya tenía claro que nunca se habían visto en foto. Me retiré en silencio.
no soy de poner fotos mías en el blog, ni en ninguna parte, pero plasmar sus regalos es para mí la constancia visual de su inmensa generosidad y amistad.
termino con esta foto, ellas nunca supieron mi nombre, los niños me llamaban “big mama”, me ofrecían los aros para sacarme esta foto, gracias Xixi, Laa por compartir sus vidas y su eterna entrega. Toda mi gratitud