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Crónica; una isla paradisíaca #8

Cierre de crónica

Al cierre de la crónica nos acompañan fotos de fenómenos climáticos peculiares, la isla en su gran parte del año es soleado, sin viento, aguas turquesas y tibias, mareas parejas, salvo los tres meses de monzón que hay días de vientos y lluvias que son importantes y hacen daño, el resto del año es plácido.

Un fenómeno que fue de impactante y en una sola ocación en esos años y por tres días la marea bajó tantísimo qué los botes varados.

 

las boyas como siempre flotando con más de un metro y medio de profundidad y en esos días de marea extra baja las boyas pegadas en la arena.

imágenes del monzón es lejos una image de paraíso, hasta asusta

Me dí cuenta qué era un paraíso con el pasar del tiempo al ir tomando el ritmo con un estilo de vida privilegiada. Las experiencias placenteras breves no alcanzan a marcar un ritmo de vida, sólo una experiencia pasajera y grata. Esa larga estadía marcó un compás, una rutina semana a semana, mes a mes, sin esperar, ni buscar cambios. La situación era armónica aún ante las adversidades del pie. El hecho de no tener expectativas de nada y todo lo que gané en lo personal ya narrado hicieron de la estadía fuese espléndida y en letra mayúscula.

Se suma a qué la denominé un paraíso, al comparar o escuchar otras historias de otras latitudes, y vas diciendo; acá, eso no pasa, acá, no llegó el virus, solo y muy al final, acá, se vive sin robos, no hay mendigos en las calles y eso en todo Tailandia, disfrutar del buen clima nunca super húmedo, de playas limpias, de aguas turquesas, del deporte. Se come bien, isla exclusiva y chic, de una tranquilidad justa, de amistades placenteras, y sobre todo no cuesta un ojo de la cara vivir en esta belleza y quietud, cómo sería lo esperable. Y la empiezas a valorar, a apreciar mucho más la isla para pasar a ser una isla paradisíaca.


rodeada de estas y todas las bellezas que he mostrado, y que no ha sido sólo visitarlas y fotografiarlas, sino vivir con ellas disfrutándolo con un clima tan grato, ….un paraíso….


El paraíso terrenal es un lugar geográfico de belleza natural muy particular con condiciones extraordinarias, pero para ser un paraíso total se requiere de tranquilidad y bienestar en lo personal para así poder disfrutarlo. Me explico mejor, sí en el mismo lugar físico, en esta isla de Koh Tao y sin paz interior ya no es el paraíso, es solo un lugar dónde vivir.  

en esos días que la marea bajó tantísimo que los corales del frente de la playa son rocosos y cafesosos, no son de los espectaculares como en otras zonas de la isla, sin embargo, es una gran área cubierta por ellos que corre paralelamente a la playa

A principios de enero del 2022, dejé la isla contando los días esperando el alta del pie, por una parte y por la otra por no tener las vacunas. Necesitaba moverse entre las islas y los ferries pedían las vacunas por ley, para proteger a las islas, se me complicó todo en ese aspecto. Necesitaba solo la pfizer por mis previas trombosis y no era fácil de conseguirla, solamente estaban las chinas en un principio. Mucho pcr, por lo tanto y controles posteriores, una pesadilla y una fortuna en test para moverse. Tuve que dejar la isla y también dejé Tailandia. Tenía ahora qué solucionar las vacunas cómo primera y única necesidad. 

Tres meses después terminé mis vacunas con la pfizer en pleno brote del omicron en Chile. Podría haber vuelto a Tailandia ya que contaba con visa de residente y vivir ahí por siempre en ese país, cómo muchos jubilados expats. Volver a Koh Tao que es baratísimo, con tres soleras, dos shorts, dos bikinis, equipo de snorkeling, nados a diario mirando los peces y esperando ver a Cassandra para saludarla, donde dejó la puerta abierta día y noche, una moto, más los amigos y la escuelita que dejé se podría seguir aportando. En Koh Samui, Guille adorable conmigo, para cualquier cosa que necesite de la isla grande. Además de poder hacer una vida saludable. La calidad de vida es alta.

Me angustie mucho pensar que se morían los corales al exponerse directo al sol y a la vez expulsaban un olor muy fuerte y empezaron a emblanquecer cómo se ven en las fotos. Era imposible esos días entrar al mar, botes y nadadores por esta barrera de corales que es larguísima, ni siquiera se pudo en marea alta porque era muy baja. Días después recién pude hacer snorkeling ahí en la playa, a la semana ya tenían una capa de verde claro y se recuperaron.

Pero no vuelvo a la isla. Incomprensible para los que conocen de esos lares, de la vida y clima favorable, o muchos que me han escuchado hablar de esa maravillosa isla, me preguntan cuándo vuelvo, y no tengo pensado en volver. Nadie se va de la isla porque sí, cuando te ha gustado y vivido en ella. Los que se van es porque se quedaron sin trabajo o visa o bien, una situación familiar o profesional o de salud son los temas para dejarla, ninguna es la mía. 

Tengo un par de razones para no regresar, y dejar voluntariamente el paraíso. Una, sería qué lo del paraíso le quedaba poco, volvía el turismo. Lo que significa ferries con más de 3 mil personas diarias en temporada alta, eso en sí lo mata. De a poco empezaría a saturarse, a cobrar plata para entrar en las bahías para el snorkeling, o a los puntos de vistas y para estacionarse, los precios subirán al triple, los restaurantes de la playa con música cada vez más fuerte para competir entre sí, ya caminar por la playa ya no habría ese silencio sin música cada 30 metros o los boteros y vendedores hostigando por un viaje a cada metro o un souvenir. Entra algo de un millón y medio de turista a Koh Tao al año.

fotos sacadas de un documental DW y abajo el link y derecho de autor, el documental es sobre Tailandia y el turismo no sostenible y el daño al medio ambiente por la masa de turistas. Fotos en tiempos normales. Tengo un estracto de ese video en que sale Koh Tao y justo el salón de masaje donde trabaja Dang, y la mujer del video es su colega, no recuerdo su nombre, pero pasamos dos festividades juntas descritas en el capítulo 6.

Las largas conversaciones con los tais y burmeses y otros amigos por tener todo el tiempo se acabarían por estar con trabajo a tiempo completo. La isla que fue de uno, todos nos conocíamos en los minimarket, la verdulería, la farmacia, el mercado, siempre saludando con los tais y burmeses y ahora pasaría hacer una mar de gente pasar a ser extranjera en tu tierra. Recuperada del pie me vino una saciedad sumada en mala con la convivencia con los expats y sus actitudes ya descritas, terminó por saturarme. Lo otro se cumplió su propósito, mejorarme del pie y pasar la pandemia. Con el pie mejorado, con vacunas y casi fin de la pandemia quedé sin justificación para estar en un solo lugar, quizás con más ganas de moverme por el tiempo de estar estacionada, y volver a disfrutar del caminar. Mis energías aún están ahí, al igual qué la curiosidad de seguir conociendo el mundo y las ganas de retomar donde lo había dejado.

No puedo cerrar la crónica de esta isla sin mencionar a los perros y ellos sí viven en el paraíso, con pandemia o no, ellos son amos y señores, libres. Dónde te dejan manejar motos con perros ? en ninguna parte que se sepa, es de un peligro a plena vista, la policía en la isla es muy relajada. Lyli, va en los pies, algo más razonable. No tengo las fotos más impactantes, enormes perros sentado delante del conductor con las manos en el manubrio y el chofer tiene que mover la cabeza al costado para ver, o bien motos con acoplados y conté una vez con 8 perros de paseo. Se les ve en el mar nadando solos o con sus amos, o en las tablas de paddle. El 70 por ciento de las motos llevaban perros, ya que no habían turistas en motos, sólo de los residentes.


 
 
 

Estaba lista para volver a mis andanzas y no estoy lista para jubilar o retirarme a mirar puestas de sol por siempre desde el hermoso balcón. Ha sido mi único episodio de vida que he vivido íntegramente en un paraíso y lo llevó dentro de mí sus lindas memorias las qué comparto con ustedes por lo mismo, por qué fue un paraíso y fui privilegiada.  

 
 

 

termino la crónica con una de las tantas puestas de sol y no pude decidirme cuál poner, la vertical se ven las nubes completas y se aprecia la imagen del cielo mientras que la horizontal muestra la actividad de los boteros y sus reflejos. Ustedes elijan la suya, cómo final, yo no pude.

video opcional, el primero una copia que hice del documental con el celular, mala calidad, pero sale la playa y el salon masaje de Dang y que tiene que ver con lo escrito, el segundo el original y de calidad del tema Tailandia y el peligro del turismo masivo.

https://youtu.be/eV1QD3KH84s……..

https://youtu.be/aysJHhLJ38s

despacho desde Osh, ciudad y mercado de tres mil años, parada obligatoria en la ruta de la seda, Kyrgystán.

pequecanas@gmail.com

Peque Canas