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Crónica; una isla paradisíaca #3

La Pandemia

 

Las fotos que nos acompañan plasman de cómo quedó vacía la isla, son un reporte durante los años de pandemia y graficar la tranquilidad irrepetible qué la isla tuvo y egoistamente disfruté.


Koh Tao, fue un acierto, y sobre todo que nunca llegó el coronavirus hasta al final en qué llegaron pocos casos a fines de año 2021, más de 18 meses después del inicio de la pandemia y todos ya vacunados. Además regía las restricciones por región, la isla nunca tuvo cuarentena, restricciones de aforo, restaurantes solo con comida para llevar y ley seca, sin embargo informalmente se conseguía alcohol y en los restaurantes los pocos que quedaban abiertos te ofrecían en tazas de té, lo que quisieras, también tuvimos algo de toque de queda que sí se respetaba. Restricciones que entraban en rigor por épocas dependiendo lo que pasaba en el continente.

El cierre total de la isla vino 3 días después de haber llegado a fines de marzo de 2020. No se aceptaron más ferries. Tailandia entró en cuarentena en varias ocasiones con limitación de movimiento en el país. Varios días después solo funcionó un ferry nocturno y roñoso de carga dos veces a la semana y sólo se podía salir mostrando algún pasaje de avión a los turistas que querían regresar a sus países y no para seguir turisteando y entre balones de gas vacíos y no mucho más ya que solamente se traen cosas a la isla, la que no podía quedarse sin abastecimiento, ni efectivo en los cajeros automáticos, con un tiempo de 9 horas de viaje versus el turístico de día de 2 horas para llegar a tierra firme. Así cómo dice la palabra y sería literalmente y en estricto rigor estaba aislada en una isla. No obstante, en mi caso es lo opuesto a la palabra cómo qué aislada, es estar en una situación adversa y sin ayuda, he estado aislada en Farellones por caminos cerrados por la nieve y en mala, bien aquí rompo el concepto, aislada en una cabaña a diez metros del mar, con un clima maravilloso, y no muy húmedo, lo justo, en una isla vacía. Quedaron turistas a los que se le extendieron la visas automáticamente sin trámites por tres meses, y renovables y esto fue ideal para los jóvenes (europeos) los que muchos tenían sus trabajos congelados en sus países hasta nuevo aviso, y tomar esa estadía de vacaciones extendidas y pagadas, todos estaban felices con está extensión. Tampoco eran claras las posibilidades de cómo retornar en un principio a sus países. Habían muchos millones de turistas al tiempo del cierre de fronteras y había que evacuarlos. Por ejemplo, a Alemania salían dos aviones a la semana solo para los alemanes y repatriarlos, los que colapsaron por un buen tiempo, meses, porque se vendían con asientos uno de por medio. Fue interesante ver cómo unos países y otros abordan la pandemia por lo que conversaba con ellos de los países europeos, con garantías, pagos de salarios aún sin trabajar, versus a lo que se viven acá con despidos, sin garantías, muchos tailandeses abandonaron la isla para irse con sus familias a tierra firme, sin ayuda de las empresas o estado, tenían que arreglárselas por ellos mismos. 


los pocos restaurantes que quedaron abiertos no sé cómo sobrevivieron sin turistas

la caminata peatonal es larga más de un kilómetro, entretenida, hermosa, lo más chic de la isla entre restaurantes, masajes, tatuajes, tiendas de ropa artesanal, escuelas de buceo, cabañas y se camina paralelamente a la playa, parte cerca del muelle y llega a un par de cuadras de mi cabaña. Totalmente desierta, jamás visto y no había cuarentena.

El mismo día de mi llegada, 26 de marzo, empezó por primera vez una contingencia policial, personal de salud y voluntarios en forma estricta interrogaban a los llegados. Se implantó la cuarentena de una semana a los recién llegados, y control de temperatura a diario por el hospedaje y por la policía, todos quedaron registrados. Una joven mujer farang me preguntó de dónde soy ?  - de Chile -  se encoge de hombros, la respuesta más inesperada, preguntó a otro colega en voz alta…., de Chile ?  qué pasé no más, sin trámites para entrar en cuarentena. Error crucial de pregunta, debería ser -dónde has estado los últimos 15 días-  y mi angelito de la guarda me salvó de una demasiado grande, aún sin saberlo.

La isla hermosa, podría ser un paraíso completo hasta que uno cae enferma y lo romántico de lo chico y de la magia de la isla pasa hacer literalmente una pesadilla. A los pocos días caí con fiebre. Fueron una semana de fiebre descrita en mi blog, su link  https://www.ojosdelavagabunda.com/home-ojos/2020/6/18/vaga-1-tiempos-de-pandemia ya que no lo voy a repetir, pero sugiero leerlo ya que fue escrito en su momento con la intensidad y el miedo con qué viví en esos malditos días qué los recuerdo cómo - the fucking scare time of my life- , pensando que me contagié de Covid y con mucha justificación y más aún de estar sola con ningún contacto en la isla, ni en la recepción que siempre es tu nexo, acá no hablaban inglés. Fue esa primera semana, pensé que me moría, ya que era fumadora sobre los 62 años de edad y había estado en posible contagio cercano por los últimos 5 días, avión, varios buses, ferries, metros, aeropuertos. Hice todo para coordinar las cosas por una posible muerte, la isla no contaba con asistencia respiratoria y nadie a quien pedir una ayuda. En fin ya está relatado en detalle y no menor en el link. Después de una semana conseguí un diagnóstico y fue una infección en el conducto urinario y antibióticos salí adelante de las fiebres, de los sustos y ya para mediados de abril, sin fiebres empecé a nadar un poco. Tenía el pie muy hinchado y lo tenía vendado y solo caminaba a un par de cuadras para ir comer. Luego no se podía comer en restaurantes sólo comida para llevar.

 

los pocos caminos de la islas vacíos hasta los perros dormían sobre el pavimento

 

las casas de los tailandeses en el interior de la isla se dedican a la venta de bencina en botellas, y cómo se vé están vacías, quedaron sólo el display, hacen lavanderías y arriendan motos, estaba sin niguna actividad. Aprovecho las fotos para mostrar el paisaje, las casas, por ejemplo está tiene una gran tarima techada sobre pilotes y se vive ahí, en esta la abuela pasaba el día en ella, comían, compartían, conversaban con los que pasaban, muy de la personalidad Tai.

Habían pasado tres semanas y detrás de la mía habían tres cabañas con jóvenes europeos, pasaban a mi lado del balcón a cada rato hacía la playa y les decía -good morning- y ni respondían. Empecé a hacerlo a conciencia y esperaba respuesta, maullaban algo al suelo o nada cómo si no escucharan. Me empecé a empelotar, todo el mundo hablaba de lo que pasaba, lo que podía hacer, de las visas y cómo extenderlas y cómo salir de la isla y cuando etc. era tema obligatorio, una pandemia, aislados y todos extranjeros y cada uno tenía un pedazo de información con quien compartir. Ahora con el tiempo veo una pedazo de realidad de una isla paradisíaca, yo era una vieja, muy gorda en aquel entonces y muy coja. Nadie quiere tener nada que ver conmigo, eres un cacho, vas hacer la vieja que pide favores, que se queja y hay que aguantarla. Un día me fui a la cabaña de atrás, todos estaban en las suyas, era una mujer joven alemana le dije mañana te invito a llevar tú comida a mi casa y nos juntamos los vecinos a comer. Uno solo se podía comer en casa la comida -take away- de los restaurantes, y había toque de queda. Me dijo ok y me preguntó si me acompañaba a preguntarle a los otros vecinos. Obvio que sí, la segunda invitada era otra alemana que me preguntó ¿ por qué ? . Estamos aislados y vivimos a 10 metros y hay temas que nos podemos apoyar…. ah !!! y después un par de muchachos franceses, más un alemán con una tai amigos de la alemana que estaban un poco más lejos. Llegaron todos al día siguiente, éramos siete, cada uno con sus bolsas de comida, y aún con caras de pregunta me ayudaron a juntar las mesas de las cabañas vacías. Nos presentamos y no paró más la conversa, yo a las once y media de la noche rogaba que se fueran, estaba agotada, era toque de queda, pero vivíamos ahí mismo. Cómo cambió el ambiente… -good morning, good afternoon….  have a good day- … les decía que necesitaban a una latina para romper el hielo, cosa que reconocieron y agradecieron.

 

en la zona norte dónde yo vivía son estas dos calles y su intersección que es usualmente es un punto muy crítico de tráfico, comercio y de mucha actividad en sus dos cuadras.

La primera muchacha que me acerqué de nombre Cathy, al verme con venda y coja al día siguiente me preguntó si necesitaba algo del mini market y así empezó todo los días a preguntarme qué necesitaba, sí me traía comida, etc… al final me invitó ir con su moto a comprar lo que quisiera, mi pie empeoraba, me pasó los datos de fonos para pedir comida a la casa. A los 10 días todos íntimos, me preguntaban todo el día sí necesitaba algo, me invitaban a sus carretes. Partió la otra alemana primero, la primera en poder dejar la isla a fines de mayo, con fiestas de despedidas, todo un evento salir de la isla y poder volver a su país, celebramos mi cumpleaños junto con la despedida de los franceses. Para la fiesta le decía a Cathy que voy a inventar una piñata y juegos de niños y ahí ella me pidió si podía ayudarme, no creía que podría hacer una piñata de la nada, la que denominé Coronavirus y cada uno le daba un bastonazo hasta reventarla, fue una catarsis, y ella la había rellenado en vez de dulces con brownie de marihuana, jajaja .. más juegos de poner la cola al burro. Todo resultó genial con videos divertidos y la fiesta dió tema de conversaciones por días, luego otras despedidas de los franceses con sus amigos que llegaron a mi cabaña, con bañadas en el mar de noche. Al final nos quedamos sola con Cathy, me llevaban su moto a todas partes a esta vieja de más de 62 años y coja ahí empecé a usar bastón, sin embargo, mis risotadas y sentido del humor no se detenían. Nos hicimos tan amigas, ella ingeniera mecánica alemana y yo artista imposible ser más opuestas ella de Saturno yo de Júpiter y nos encontramos en Martes. Qué manera de ser tan diferentes y ella cómo quería absorber de mis experiencias, mis viajes y de arte. Disfrutámos de la compañía, conversamos en mi balcón hasta altas horas de la noche, el sentido del humor nos conectaba. No descuido de mí nunca por iniciativa de ella. Paso hacer mi chofer con su moto me llevó a recorrer la isla, me enseño comer vegano, puffff, terminé comiendo y bueno para la dieta que estaba me calzó de maravillas, porque yo jamás pisaría un restaurante vegano, hasta nadabamos de noche. Las atenciones de Cathy me dejaron con la boca abierta, posteriormente me mandaba libros de Alemania en español, colecciones que me interesaban y más de una vez, sabía que disfrutaba leyendo y que me era un material escaso de conseguir. No se dió una relación de tía y sobrina, sino una relación de amistad trascendiendo edades, culturas, idiomas y hasta preferencia de géneros diferente. Cuando Cathy se fue quedé sola por muchos meses hasta entrado el año siguiente, ella lo sabía y estaba atenta en llamarme cada tanto, amigas por siempre gracias a la pandemia.

El gobierno apoyó con arroz, huevos y algo de verdura, sólo se habrá hecho de estas entregas no más de cinco veces al principio, en la foto la gente pone sus hawianas para hacer la cola de espera y cubrirse a la sombra mientras tanto, algunos restaurantes cocinaban extras para las familias de sus empleados y para los inmigrantes burmeses cesantes, todo funcionó los primeros 6 meses luego todo cayó en nada.

algo de humor con los castigos y tener que hacer muchas flexiones por no usar máscaras que se hizo famoso en la zona del golfo. Solo duró un tiempo muy breve la obligación de la máscara

 

La actividad de la isla qué recibe miles de turistas por día, quedó casi vacía, para fines de junio. Una gran pérdida de trabajos ya que es la única actividad con qué vive la isla con muchos cesantes; housekeeping, meseros, agencias de viajes, locales de artesanía y ropas, restaurantes suma y sigue. Con el pasar de las semanas me tocó apreciar cómo los isleños empezaron a disfrutar de su playa, con los hijos que no tenían clases, lolas con su música, pichangas cuando la marea está baja, o ratos de largas conversas entre ellos entre los botes. Hago un alcance, entre los locales nunca escuché una queja mayor, una angustia histérica, no nunca, viven resignados cómo siempre, no los sentía con amarguras. La isla empezó de a poco a ser vivida y disfrutada por los isleños.

 

relajos total en la isla, fútbol de los meseros en la playa cuando había marea baja y arena dura, al no tener clientes o estaban cerrados y esperando a los dueños que tomasen una decisión, hasta los perros no eran molestados


No me motiva tomar fotos cuando está todo lleno y saturado tanto en mi estadía en junio 19, ni al principio de marzo 2020, ya que nunca pensé lo que venía, ni menos una crónica de la isla en pandemia, y graficar mejor la metamorfósis que ví en la isla, de la saturación de actividades y de turisticas y la desaparición de estos hasta cuando aparecieron otros personajes en la playa, y nuevas actividades, toda una transformación del entorno.

Cómo había relatado previamente los pescadores aparecieron y cómo esta familias con hijos sin colegio y padres sin trabajo. Las familias entre qué los hijos chicos se bañan, juegan con la arena y a la vez iban aprendiendo el oficio de la pesca. Escenas cómo las de abajo ví muchas.


Otra actividad que apareció por pandemia fue la reparación de botes, habré contado unos 7 botes que se repararon en la playa, durante el primer año, me imagino que luego ya no había nada más que arreglar. Lo hacían en la playa usando restaurantes los qué son abiertos en la playa, ahora cerrados, sin dueños y pasaron a hacer taller de reparación. Pasaban largas horas trabajando, conversando alrededor de los botes. Eran momentos de compartir, de tomar, de comer, dos trabajaban y cinco les conversaban, sin apremio alguno. El tema de reparación de botes me encanta, y más aún estos botes tailandeses, únicos en su diseños con esa terminación en proa cómo de un unicornio, son hermosos de mirarlos. Obviamente, me gusta el trabajo de la madera, el oficio, los artesanos, saqué muchas fotos porque además el entorno del trabajo era tan hermoso e inesperado verlo todo un ambiente muy chic, y qué a la vez eran mis vecinos, así que a diario veía los progresos. Ver desde cuando sacaban el bote del mar, tomaban varias semanas en reparar uno y luego pasaban a otro. Eran dos equipos de artesanos que trabajan uno al lado de otro.


la serie de fotos siguientes además de mostrar los botes es importante apreciar el ambiente único, las playas vacías, las conversas entre ellos, el paisaje de verde y mar, que será irrepetible.


son horas y la marea exacta con varios hombres en las maniobras de sacar botes del agua. Siempre con rollizos debajo del bote, la última parte a veces lo hacían con una camioneta de tracción, hasta vi un pequeño caterpillar, o a pulso hasta su lugar de reparación. Mucha conversa, se siente amistad y compañerismo entre abundantes cervezas y cigarros.

 
 

en la fotos de abajo se aprecia los restos de la madera utilizada en una nueva embarcación. Ver la fabricación de un bote, es fascinante, tomó casi dos meses, ví desde la madera en bruto en rollizo, hasta en sus terminaciones y la complicada manera de darles la curva, luego scellar las juntas de las maderas con una brea, lijar y finalmente pintar.

Cuando terminan un bote y vuelve al agua lo celebraban con petardos en el bote al momento de partir. Desde el balcón de tanto en tanto escuchaba los petardos, me decía un bote regresa al mar.



Fui de las primeras en salir en junio en -speed boat-, no en el nocturno para la isla de Koh Samui a un scanner a mi pie que debía haberlo hecho en abril. Insisto la isla es maravillosa si no necesitas nada de salud, ni dentista, por eso acá que no hay jubilados europeos, porque no hay apoyo médico, sí, en tiempos normales uno toma un -speed boat- o ferry que hay cada 3 horas a koh Samui por la mañana y vuelves en la tarde. En tiempos de pandemia no había un -speed boat- en forma regular, ni el más chico de 40 personas y sí se abría la posibilidad era uno al día y había que reservar con anticipación y siempre amenazados de cerrar de un día para otro el transporte y quedarte donde te pille. Se cuidaban las islas de no ingresar personas entre ellas, siempre fui muy restrictivo el -speed boat-, ferry ni hablar. Salí de nuevo en octubre a renovar la residencia y las latas de doctores y nuevos diagnósticos con mi pie. Estuve un mes fuera y regreso a convalecencia por varios meses más en la isla. Cuando volví la encontré aún más vacía, ya los pocos restaurantes estaban cerrando, se les estaban agotando los ahorros a la espera de retomar de nuevo la rutina normal, sentí triste el ambiente.


Otra actividad que me tocó apreciar fue la elaboración de nuevas redes, otro oficio que admiro siendo ex tejedora y ver la habilidad de cómo van entretejiendo los nylon, conversando sin parar y todo bajo el techo de un finísimo restaurante desalojado. Cómo dije anteriormente sobre los videos acá adjunto uno sin intención de mucho, porque me apoyo más en fotografías, sobre de la fabricación de redes junto a la elaboración del bote, ambos trabajan en la misma área, material opcional al final del texto.

 
 


 El primer año de la pandemia Tailandia era el quinto país más seguro y se vivió con plena libertad y con pocas restricciones, sin embargo, en metros, aeropuerto, ferry y hospitales, todos usan mascarillas. Las fronteras estaban cerradas desde abril y hubo pánico en abrirlas porque por ahí puede entrar el virus y la gran controversia con el área turística que está en quiebra y no es menor, pero el gobierno vela por todo el pueblo y no por una rama de negocio que podría arriesgar a todo el país. Hubo muchísimo debate interno al respecto. Tailandia el año anterior había recibido sobre los 39 millones de turistas. No es su primer ingreso económico del país, pero el daño fue catastrófico. Llegó el Covid a Tailandia a fines de  diciembre del 2020. El gobierno lo manejó bastante bien y sin embargo, entró el virus por lo ilegal, en un terminal pesquero cerca de Bangkok, donde trabajaban inmigrantes ilegales de Myanmar, que a su vez pasaban la frontera de forma ilegal y traían el virus. Viven hacinados y no iban a los hospitales por ser ilegales. Un brote muy violento y el  muchas regiones entraron en cuarenta absoluta, luego parcial por meses. Lo bueno de esto es que se destapó la inmigracion ilegal y el gobierno dijo que todos los ilegales se pueden regularizar y deben acudir a los registros civiles. A los pocos días llegaron más de medio millón a ver sus situaciones. El segundo brote fue cuando unos ministros visitaron un cabaret nocturno de mala reputación se contagiaron y no avisaron a tiempo por ser casados y fue el segundo brote por actividad ilegítimas, igualmente salió a la luz con nombres y detalles. Vuelve una segunda cuarenta total en Bangkok y restricciones de movimiento en el país. La isla seguía libre de virus y firmemente controlados los accesos. La vida de la isla fue relajada, creo que éramos no más de 2 mil personas los que quedamos. Mi posición es extremadamente egoísta y no creo que la compartiera con casi nadie por lo que me la guardaba en silencio. Tener la isla vacía, playas vacías, los precios bajaron. La isla vive exclusivamente del turismo y cerró el 70 % en un principio, luego llegó al 90 %,  gente sin trabajo y mal.  En lo personal feliz además estábamos libres de usar las playas y vernos siempre libres de movimiento y del virus.

mostrando muy orgulloso su pesca y el otro caminando de regreso con sus pescados que raramente sacaban de ese tamaño en la playa, todos al pasar los felicitaban.


Las fotos de abajo son tomadas de mi nuevo balcón, cómo me expliqué anteriormente me cambié de cabaña los últimos 10 días y esto era a diario a tres metros de mi casa, porque no había playa y el mar ahí llegaba a un muro pequeño de contención y nos saludabamos hasta compartimos cervezas cuando terminaban su faena. Separaban los peces por tamaño, los repartían, los grandes a la venta, los otros entre ellos. Abajo la seca de peces, son pequeños, ya no los comía, aún así son muy populares en sus dietas casi a diario.


Había programas de reabrir al turismo en dos zonas famosas turísticamente y las sellaron libre de virus, todos vacunados y abrieron un proyecto al turismo internacional y se controló quién entraba rigurosamente. Por eso esas islas y Koh Tao contaron con las vacunas inmediatamente. Acá llegó en un helicóptero de la guardia del rey con las primeras vacunas en el país. La mitad de la isla se puso por un lado nerviosa cuando aceptaron los primeros -speed boat- con turistas, inicialmente tailandeses, luego algo de extranjeros ya que podrían traer el virus y la otra mitad feliz de hacer algo de negocio, rentas de motos, buceos, hoteles, restaurantes que estaban desesperados. El proyecto no funcionó e igual entró el virus a las zonas de resguardo máximo. En una de esas olas de turistas tailandeses llegó el virus en agosto del 2021.

El lado positivo, sí, tenía que detenerme por más de un año por el pie, gran parte resultó ser el mismo tiempo de pandemia y me dió un alivio al alma de vagabunda. Me imagino que al estar forzosamente detenida por la pata, sin poder viajar, el sabor habría sido amargo y frustrante. Lo otro detener abruptamente mi vida de patiperro por largo tiempo e instalada en un mismo lugar, resultó ser muy grato, la tranquilidad de estar en un lugar, todos los días iguales, no estar “arriba de la pelota” cómo se diría en Chile, osea estar permanentemente en estado de excitación y movimientos con emociones intensas. Me sorprendió que la tranquilidad y la falta de excitación cómo fueron los años previos los viví igualmente en forma gratificante, enriquecedora y disfrutada en plenitud. Además desarrollar amistades en un mismo lugar que te esperan o te buscan o dejan en el muelle, o arrancarse juntos por unos días a recorrer, conversar sin apuros y gozar tantas muestras de cariño que he recibido. 

 Los clásicos columpios que no se detienen nunca y colas para sacarse fotos en ellos, es una foto obligatoria. Produce la sensación de libertad, volar al viento, el mar de fondo, un buen resumen de vacaciones, relajo y belleza. Ahora todos detenidos y descansando jajaja

cierro el capítulo con una de sus hermosas embarcaciones, sus trapos de la proa para las bendiciones y el columpio infaltable a la espera de un visitante

video sugerencia, elaboración de redes y botes

https://www.youtube.com/shorts/EzFdgAdU2Pw

Peque Canas