vaga #5/1 Sri Lanka
parte I
Sri Lanka, pasaré rápido, será más bien una galería de fotos ya que se conoce muy poco de sus paisajes y cultura. Es una isla grande al sureste de la India. Lo primero que me impresionó fueron los botes asimétricos con sus pintados sicodélicos y sus pescados. Mar y vida activa, tan intensa reporto de la cercanía de Galle, ya que cambian paisajes y costumbres según el lugar.
hay caleta protegidas para barcos de pesca grandes, sin embargo, la gran mayoría de pescadores artesanales usan las playas como caletas. Como ya lo he dicho antes en Asia no se roba en comparación de centro y suramérica por lo tanto todo queda expuesto día y noche, botes grandes y chicos, redes, etc… Los botes chicos son de madera las que socavan un tronco los que duran un par de años y los medianos ya se veían ya de acrílico. Son asimétricos, osea un palo paralelo a un costado haciendo de equilibrio para no darse vuelta, pero en un solo lado, lo que me causó una tremenda inquietud, cómo funciona la física del flotaje, nunca me subí a uno. Los grandes con mástiles, los que eran de palos amarrados con cordel aparentemente improvisados y da nervio cómo aguantaran una tormenta. Los pintan con diseños coloridos como que se esfuerzan para ser cada uno especial y dar su toque personal. Los cuervos por todos lados los que reemplazan a las gaviotas, le da un toque único y curioso.
los pescados !!!! que maravilla !!!! fiesta de colores, formas, brillos y opacos, tamaños gordos, largos a estirados como un lápiz, sin exagerar unos podía contar unos 20 diversos pescados, nunca visto, como la naturaleza es tan maravillosa, hay pescados exclusivos de esos mares, la abundancia es sorprendente, fotografié algunos. Se venden en mesones o simplemente en la calle sobre un papel de diario. Por ahí me dí el gusto de comerme una enorme jaiba, apoteósica servida en un caldo con aliños y chimichurri, un placer inolvidable.
el feo de la fiesta
la vida de una isla en sus costas, todo se mezcla, no hay límites; ventas de pescados, recogida de redes, varan los botes, los turistas surfean, bañistas,….. no hay hamacas tejidas de hilo, como son las hamacas, son como un ‘pallet’ de madera, confortable por ningún lado…… mercados y hasta cementerios improvisados junto a las arenas.
pongo fotos del mercado y no tiene nada de hermoso, no es el clásico mercado indígena, ni siquiera de un mercado establecido y bullente, solo se ve un papel en el suelo y lo que siembran ellos los venden, no hay revendedores, sentí pobreza, caras de angustia, no así entre los vendedores de pescados que están a 20 metros.
siempre en la zona de Galle, están estos pescadores “únicos en el mundo” y solamente en esa bahía de la isla. Pescan en las tardes tipo 5 pm hasta la puesta de sol. La imagen de verlo es alucinante, cómo cada rincón del mundo va buscando sus soluciones de las maneras creativas para su subsistencia, y en los años del 2020, no han cambiado un ápice, te hace pensar, pero tiene sentido, se pesca, se come y punto. El espectáculo para quedar sin habla, se mecen en esos palos que no son gruesos con su caña de pesca de caña y la puesta de sol como telón de fondo, luego se bajan y nadan a la costa con su canasto con pescados. Fue difícil de elegir fotos tengo muchas, porque me rayé sacando fotos ya que era una escenografía extrañísima y peculiar que jamás vería de nuevo con la suma de la belleza de la puesta de sol. Solemne, mágico,
este video muestra el balanceo y equilibrio, sus técnicas de pesca que es absolutamente desconocida y muy afortunada de verlo es poco frecuente y feliz de compartirlo